Su llamada ha sido reenviada a un sistema automatizado de mensajería de voz. Por favor dejar un mensaje después del pitido. Bip.
Hola mamá. Quería hacerte saber que te amo-Y siempre lo haré.
Bip.
Escondido detrás de un archivador presionado contra un ventilador mientras estaba sentado en posición fetal, sintonizando el escáner de la policía. Esta es la vida de un estudiante.
Llorando en silencio en un salón de clases a oscuras, tratando de pasar desapercibido; Un martes más.
Caminar arriba y abajo por los pasillos que alguna vez fueron pintados de rojo por una pistola; viernes casual.
La Constitución de los Estados Unidos establece que la milicia nacional tiene derecho a portar armas. Esto se interpreta como que las personas tienen derecho a portar armas, pero ¿no-estudiantes, ¿tienen derecho a la seguridad? Si tenemos derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, los derechos de una persona con un arma no deberían reemplazar los nuestros.
Los estados han aprobado leyes de seguridad con armas para frenar la violencia armada, pero estas leyes no serían necesarias si no fuera por la raíz: las armas. Hubo 327 tiroteos escolares documentados en 2021-2022, 188 de ellos con lesiones a estudiantes o personal, y de ellos, 57 resultaron en muerte; la Segunda Enmienda sigue en pie.
Las vidas perdidas a causa de la violencia armada no equivalen a ninguna sentencia cumplida por el tribunal. La interpretación que hace la sociedad de la Segunda Enmienda recuerda a la gente que una pieza de metal se valora más que su existencia. Segundo derecho constitucional-qué is ¿Un derecho si el derecho a portar armas desencadena el derecho a privar a una madre de su hijo, para fomentar una sociedad donde los tiroteos escolares estén normalizados?
Me desperté el 24 de enero sin saber que más tarde ese día le enviaría a mi mamá el que pensé que sería mi último mensaje. Escondido en un rincón con mis auriculares puestos, tratando de escuchar cada palabra que decían los oficiales a través del escáner policial, conteniendo las lágrimas frente a mis compañeros de clase, preguntándome si así sería como pasarían mis últimos minutos; Sentí que mi vida pasaba ante mí en un rincón estrecho de la E101.
Vivir la vida de un estudiante significa tener un modo de tirador escolar modificado en su teléfono para silenciar todas las notificaciones y llamadas. Los estudiantes ahora deben ser conscientes de que sus vidas pueden terminar no por algo que esté fuera de su control sino por una pieza de metal mortal protegida por la ley. Hoy en día, y mientras dure la Segunda Enmienda, ser estudiante significa posiblemente dar un último respiro en un lugar donde debería haber estado seguro.
¿Cuántos estudiantes más deben morir para que haya un cambio? No espere hasta que sea la escuela de su hijo o de un ser querido para empezar a preocuparse.
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